La aplicación Health en un iPhone 6s o superior rastrea automáticamente la actividad de un usuario, incluidos los pasos dados y los pisos escalonados.
Hussein K, quien ya admitió su culpabilidad, fue acusado de violar y asesinar a María Ladenburdger, de 19 años, en octubre de 2016. Su cuerpo fue arrastrado y arrojado al río Dresiam. El juicio por el caso comenzó en un tribunal de distrito en Freiburg en septiembre pasado. Hussein K fue vinculado a la escena del crimen por la policía ya que su hebra de cabello fue encontrada en la escena del crimen.
La policía puso sus manos en el iPhone de Hussein, que se negó a desbloquear. El oficial investigador luego tomó la ayuda de una firma cibernética forense en Munich para entrar en el dispositivo. Luego, los datos recuperados de la aplicación Health de dicho iPhone dieron una descripción detallada de su actividad física, que incluyó períodos de actividad extenuante como subir escaleras.
Además de localizar los movimientos de Hussein, el teléfono también sugería períodos de actividad más extenuante, incluidos dos picos, que la aplicación le atribuía "subir escaleras".
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Los datos que sugieren que el sospechoso estaba subiendo escaleras podrían correlacionarse con él arrastrando a su víctima por la orilla del río y volviendo a subir, dijo la policía.
Un oficial de policía con la misma constitución que Hussein K. regresó a la escena del crimen y la volvió a representar. Los datos del iPhone se corroboraron luego con los de Hussein, que lo mostraron subiendo escaleras, confirmando así a los investigadores que el acusado había arrastrado el cuerpo y lo arrojó al río.
Esta es la primera vez que los datos de salud de un iPhone se han utilizado para confirmar cómo se cometió un crimen y atrapar al principal sospechoso. En todo caso, este caso bien podría establecer un precedente que otros investigadores y agencias policiales seguirán en el futuro.
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