Un cambio inminente en la ley de privacidad de Australia ha llevado a Apple a enviar a sus principales ejecutivos de privacidad al país dos veces durante el último mes para presionar al gobierno contra esos cambios. La ley propuesta obligaría a las empresas de tecnología a entregar sus claves de cifrado al gobierno australiano.
Apple ha hecho presión en contra de cualquier cambio tal como posiblemente puede conducir a la seguridad que se debilita para los consumidores que entonces los ponen en un riesgo.
El primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, quiere que las empresas de tecnología ayuden a las agencias policiales a extraer datos de teléfonos y servicios bloqueados. No está claro cómo el gobierno australiano quiere que Apple logre esto, pero este último ha argumentado que la creación de cualquier tipo de "puerta trasera" en sus dispositivos y SO debilitaría su seguridad y pondría a todos los usuarios en riesgo. También dijo que ya ha estado proporcionando a las agencias de aplicación de ley australianas toda clase de ayuda posible en sus investigaciones.
El gobierno australiano va a modelar las leyes basadas en las que se introdujeron en Gran Bretaña el año pasado, aunque se actualizará para poner más obligaciones a las empresas de tecnología para ayudar a las agencias policiales en sus investigaciones.
Una fuente familiarizada con las discusiones entre los representantes del gobierno de Turnbull y Apple dijo que la compañía estaba efectivamente tratando de minimizar la cantidad de regulación adicional y la obligación legal que se le asignaría a ella ya otras compañías tecnológicas a entregar o facilitar el acceso a información segura.
Según una fuente que fue testigo de la reunión entre los defensores de la privacidad de Apple y el primer ministro australiano, este último no quiere que Apple ni ninguna otra compañía de tecnología debilite el cifrado en su dispositivo o cree una puerta trasera para el gobierno. Sin embargo, sin una puerta trasera, sería imposible para el gobierno australiano para recuperar mensajes u otros datos de los dispositivos ya que las empresas de tecnología no tienen las claves de cifrado necesarias para descifrar los datos.
Queda por ver cómo ambas partes involucradas en este asunto llegarían a un acuerdo. Las nuevas leyes de privacidad en Australia están programadas para entrar en funcionamiento a finales de este año.
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